jueves, 21 de febrero de 2008

El Palacio de Linares



Todos buscamos respuestas acerca de qué hay después de la muerte, si es cierto que existe una parte del ser humano, el alma, que no desaparece en el momento de morir. Esta concepción sobre el alma que es inmortal y sobre a dónde se dirige cuando acaba la vida, ha dado lugar a la creencia de que algunas almas no van al lugar que deberían, sea cual sea ese lugar, sino que se aferran al mundo físico, bien porque les quedó algo pendiente al morir que deben terminar, bien porque su pasado desgarrador no permite a sus almas escapar al lugar al que pertenecen.




Diversas historias giran entorno al mundo de los fantasmas, apariciones y manifestaciones en los lugares más insospechados. Una de las historias más conocidas y de mayor repercusión es la del Palacio de Linares, actualmente constituido como La Casa de América, que fomenta la cultura iberoamericana.




En mayo de 1990 gran parte de los medios de comunicación españoles se hicieron eco de la noticia de que en dicho lugar se producían fenómenos paranormales, algo pasaba entre las paredes del viejo palacio. Voces, susurros y lamentos que comenzaron a escucharse al comenzar obras de restauración, momento a partir del cual obreros y guardas jurados aseguraron que ocurría algo en el palacio.




Cuenta la historia que habitaba el Palacio desde 1884 el primer marqués de Linares, que se sentía algo atraído por una mujer trabajadora de la Tabacalera de Madrid. Este primer marqués tuvo un hijo, José de Murga, al que inculcó el sentido práctico de la vida, aconsejándole que realizara un matriminio de conveniencia, propio de la época, para conservar y aumentar su gran fortuna. Sin embargo, éste comenzó a entablar una relación con Raimunda de Osorio, hija de la trabajadora en la fábrica de tabaco de Madrid de la que había estado enamorado su padre. El padre, al conocer la relación, mandó a su hijo a estudiar a Londres, pero al volver éste de allí, habiendo fallecido su padre y no contando con oposición alguna, contrajo matrimonio con Raimunda de Osorio, que resultó ser su hermana.




Hay quienes opinan que el marqués desconocía el parentesco con Raimunda al casarse, y quienes afirman que ambos conocieron el secreto al descubrir una carta del primer marqués y prometieron convivir en la castidad, pero lo cierto es, que según la leyenda, nació de ese matrimonio una niña, fruto de la relación incestuosa entre Raimunda y José, que fue asesinada al nacer, con el propósito de salvaguardar el buen nombre de la familia.




Carmen Sánchez de Castro, en 1990, presentándose como parapsicóloga, obtuvo un permiso del Ayuntamiento de Madrid para realizar diversas psicofonías y pruebas en el edificio, enviando a los medios de comunicación los escalofriantes sonidos obtenidos por su estudio, en los que se escuchaba claramente una voz susurrantes que decía: "Mamá... mamá... nunca oí decir mamá! Yo tuve una hija... nunca oí decir mamá."




Cientos de personas se agruparon entorno al edificio durante aquellos días, volviendo a realizar otro estudio la Asociación de Parapsicología de Madrid, que demostró el fraude de las psicofonías y especialmente de alguna de las fotografías en las que lo que se había mostrado como un fantasma, no era más que una mancha de humedad en un cristal.


La mancha fue limpiada demostrando que, aunque el algodón no engaña, algunos parapsicólogos si lo hacen, y aunque algunos misterios siguen sin tener respuesta, la Asociación de Parapsicología de Madrid asegura la falsedad de las fotografías y psicofonías.
Para los interesados, el edificio se encuentra en el paseo de Recoletos número 2, junto a la Cibeles; y abre sus puertas al público de martes a sábado de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00; y los domingos de 11:00 a 14:00, siendo la entrada gratuita.

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