lunes, 3 de marzo de 2008

LAS CARAS DE BÉLMEZ


Bélmez de Moraleda es un pueblecito situado en España a 40 Km. de Jaén. En ese pueblo, a 23 de agosto de 1971, comenzaron a ocurrir hechos "misteriosos" en la casa de Juan y Maria Pereira localizada en el n° 5 de la calle Rodrigues da Costa.
En la cocina, en el suelo junto al fogón, apareció una extraña mancha sin nada que la justificase. Un tiempo después se percibía el contorno de un rostro humano dibujado en el cemento.
La familia, intentando poner fin al dramático acontecimiento, borró este primer rostro picando. Todo en vano, pues, pasados algunos días, otro diseño apareció. Los propietarios de la casa mandaron retirar el cemento de la pared y lo colocaron en un nicho protegido con un cristal, a la derecha del fogón. La apertura fue sellada con cemento y en los días siguientes nuevas caras empezaron a dibujarse, apareciendo no uno, sino varios rostros. El 28 de enero de 1972, existían 8 caras en el local.
Dado el rumbo que iban tomando los acontecimientos, se cavó un pozo de 2,80 Mts. de profundidad, en presencia del alcalde Sr. Rodríguez Rivas y aparecieron algunos fragmentos de huesos humanos en la excavación.


No faltaron hipótesis para el esclarecimiento de las apariciones de los rostros en la pared de cemento. Desde un milagro, relacionado con un crucifijo quemado durante la guerra, etc. Pero, con el paso del tiempo, estas interpretaciones fueron abandonadas por la versión que responsabilizaba a espíritus de muertos por las apariciones .Esta hipótesis surgió por estar la casa construida encima de un antiguo cementerio (y todas las casas vecinas también...pero nadie se acordaba de eso). La idea fue del agrado de ciertos sectores de la población por la tradición que allí existe: "En Bélmez, hay un profundo culto a los muertos".
La repercusión fue muy grande y después todos comentaban el suceso...Y más después de que aparecieran grabaciones, hechas por otras personas de pueblo, de voces de mujeres y niños que se decían que eran de ser dos espíritus...Más propaganda y más repercusión... Hasta algunos "sabios" extranjeros fueron estudiar el tema al pueblo y también favorecieron la hipótesis de los que los espíritus eran los responsables.La parapsicología científica, de tantos y brillantes renombrados científicos tales como Tyrrel, Rhine, Quevedo, Roll, Thouless, etc. así como centros de investigación tales como o CLAP en São Paulo, a Duke University (USA), Universidad Real de Utrecht (Holanda), Cambridge, etc. fueron colocando argumentos y pruebas no solo demostrando que los fenómenos parapsicológicos son de este mundo, de los vivos, sino también que es totalmente imposible la intervención de los muertos o entidades espirituales en este mundo.


La verdadera historia
Todo comenzó tras una matanza de cerdos. Nadie duda de que, como en cualquier cocina del mundo, debido a los diferentes ingredientes (vinagre, grasa, etc. ) y a la acción continua del fuego, el fogón de cemento poroso se deteriorase.
Aparecieron manchas sugestivas, como pueden aparecer en las nubes, en la madera, etc., dando ocasión a que los niños se entreguen a dejar volar la imaginación; y se rumorea que la imaginación es de importancia fundamental en la historia, puesto que las caras podrían estar manipuladas, raspadas con utensilios de cocina para tomar la forma y contorno más parecido al humano.

Comenzaron a venderse fotografías, los periódicos principales de la época acudieron a contemplar las caras, e incluso se permitió la entrada de la gente.


Nombres y pruebas -

El Sr. Ramos Pereira, Presidente da Sociedad Española de Parapsicología, descubrió que los negativos de las fotografías de las "Caras de Belmez" presentados por el Sr. Argumosa estaban retocados. Por tanto no sólo retoques en las caras de la cocina, sino también en los negativos de las fotografías.
Verificaciones del parapsicólogo Francisco G. Fontanet: se descubrieron caras que habían sido retocadas simplemente con hollín utilizando un disolvente casero. En otras caras existen evidencias de haber sido hechas con cal y silicato sódico, produciendo efecto en el cemento.
El Dr. José Luís Jordán Peña, psicólogo y parapsicólogo visitó las caras de Bélmez y analizó pedazos de cemento: "Todo no pasa de ser un burdo fraude". Tuvo por bien advertir que "Doña Maria, propietaria de la casa, descubrió las facciones en cuanto lavaba la costra de hollín que impregnaba la cocina" y se descubrió que una de las figuras estaba hecha con hollín del mismo fogón, utilizando un disolvente casero (vinagre).


Se realizaron varios análisis químicos de muestras recogidas de las caras aparecidos en el fogón. Entre algunos de estos análisis podemos citar el realizado por el químico Dr. Ángel Viñas que concluyó que en los diseños intervienen el nitrato de plata y el cloro, sometido a la luz ultravioleta.
El nitrato de plata reacciona con los fotones, apareciendo los diseños y sus modificaciones, meses o incluso años después de ser tratados así.
Tomaremos en consideración el hecho de que durante un mes se cerró la cocina y se taparon las caras con plástico, apareciendo, posteriormente nuevas figuras. La aparición de las caras así tratadas solo depende de la cantidad de mezcla efectuada. Es una simple cuestión de tiempo, luz, y cantidad de sales de plata empleados en cada cara o en cada detalle de ellas. Nada impide lacrar la puerta y poner plástico sobre los dibujos.
Un grupo de investigadores de "Eridani" (investigaciones cosmológicas), entre los cuales se encontraban especialistas de Agromán (firmas bien conocidas en toda España) tuvieron oportunidad de investigar en el mismo lugar de los acontecimientos y realizaron también análisis químicos. Su conclusión: todo no es más que una burda falsificación.
Parece ser que eran los dueños los que en realidad tenían "mucha cara"... y mucho talento, porque la verdad, las caras rezuman arte por todas sus facciones.

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